El modelo más ampliamente aceptado de la evolución de la Tierra sostiene que, a lo largo del tiempo, su manto se ha derretido de una manera más menos continua y que su composición ha cambiado. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por Jon Woodhead y otros investigadores muestra que una parte del manto de la Tierra ha permanecido mayormente aislada de estos procesos durante al menos los últimos 2.5 billones de años. El estudio analizó las características de los isótopos radiactivos de las kimberlitas, un tipo raro de roca ígnea que erupciona desde las profundidades del manto terrestre. Sorprendentemente, kimberlitas de todas las edades encontradas en todo el planeta se originaron en un material del manto primitivo químicamente similar, lo cual indica un volumen del manto común o uniforme y de tipo condrítico. Los resultados sugieren que este reservorio del manto primordial ha permanecido aislado de la parte del manto terrestre en constante evolución durante los últimos 2.5 billones de años. El estudio sugiere además que dicho reservorio pudo haber sido perturbado hace unos 200 millones de años, posiblemente coincidiendo con la subducción a lo largo de los márgenes del supercontinente Pangea. Si así fuera, las conclusiones proporcionan un mecanismo para explicar por qué no se han tomado muestras del manto primordial no contaminado durante las fundiciones recientes derivadas del manto. LEE MAS