Se han detectado muchos planetas alrededor de estrellas más allá de nuestro Sol, pero pocos de esos planetas son sólidos como la Tierra, y ha sido difícil determinar si alguno es químicamente similar a la Tierra. Investigadores de la UCLA, dirigidos por la Dra. Alexandra Doyle, han publicado (en la revista Science) un nuevo método para analizar las composiciones de exoplanetas, y han descubierto que se parecían mucho a la Tierra. Estos investigadores han realizado un análisis espectroscópico de la de luz proveniente de enanas blancas, que son núcleos de estrellas antiguas originados después de sus fases como gigantes rojas. Estas estrellas (como el Sol) presentan atmósferas delgadas cuyas composiciones se pueden determinar a partir de cómo dichas atmósferas absorben la luz de la enana blanca. Sin embargo, a diferencia del Sol, la atmósfera de una enana blanca está compuesta de restos de sus planetas rocosos antiguos. Doyle y sus colaboradores informan que las atmósferas de las enanas blancas son químicamente similares a las composiciones globales de planetas (Tierra, Marte) y asteroides en nuestro sistema solar, lo que sugiere que algunos exoplanetas rocosos son geofísica y geoquímicamente similares a la Tierra. La coautora Hilke Schlichting comenta: “Si las rocas extraterrestres presentan una cantidad de oxidación similar a la de la Tierra, entonces se puede concluir que el planeta tiene una tectónica de placas y un potencial para presentar campos magnéticos similares a los de la Tierra, ambos aspectos considerados generalmente como ingredientes clave para la vida”. LEER MÁS