Contando nuestros meteoritos afortunados: ideas sobre la historia de Vesta

Crédito de imagen: NASA / JPL-Caltech / ASU

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El asteroide Vesta es una fuente crucial de información sobre los primeros procesos acontecidos en el sistema solar. Con un diámetro medio de 510 kilómetros, Vesta es el segundo asteroide más grande del sistema solar y posiblemente la fuente del grupo de meteoritos hallados con mayor frecuencia en nuestro sistema solar: los meteoritos HED*. A partir de dichos meteoritos y de datos de sondas espaciales, los científicos tienen evidencia de que Vesta está diferenciado (en capas); es decir, al igual que la Tierra, Vesta tiene un núcleo metálico, un manto denso y una corteza externa menos densa. La datación radiométrica indica que Vesta es muy antiguo. Probablemente se formó varios millones de años después de la formación del sistema solar (¡en lugar de varios miles de millones de años después!). Muchos científicos se han lanzado al estudio de la geología de Vesta porque podría proporcionar más información sobre cómo los cuerpos planetarios, incluyendo la Tierra, se enfriaron, solidificaron y formaron durante la infancia del sistema solar.

Un estudio reciente publicado en la revista Geochemistry utilizó datos de meteoritos HED y de la misión Dawn para responder preguntas sobre la formación de la corteza de Vesta. Rocas de diferentes tipos se forman a través de procesos diferentes. Por tanto, la proporción entre tipos de rocas diferentes puede ser utilizada por los científicos para averiguar qué procesos dieron lugar a la formación de su corteza. Científicos de múltiples instituciones realizaron estas indagaciones mediante la inspección de más de 2,000 entradas sobre meteoritos HED en la Base de Datos del Boletín Meteorítico, y mediante la observación del mapa de gravedad y datos espectrales adquiridos por el orbitador Dawn. Los científicos llegaron a la conclusión de que las proporciones de los tipos de roca de howardita, eucrita y diogenita, junto con su distribución en la superficie del asteroide, son consistentes con al menos dos procesos principales: 1) Originalmente, Vesta estaba completamente fundida, enfriándose posteriormente hasta solidificarse en un 60 -70%; y 2) el deshielo sobrante desapareció del interior de Vesta bien mediante la formación de cámaras de magma en la nueva corteza de Vesta, cristalizando después por completo, o mediante erupciones volcánicas en superficie que dan lugar a flujos de lava. Estos procesos son más complicados que los sugeridos por modelos anteriores, los cuales indicaban que Vesta se enfrió en un episodio único sin necesidad de extracción considerable de masa fundida. LEE MAS

* ‘HED es un acrónimo que significa howardita, eucrita y diogenita, que son diferentes tipos de rocas que se originan en Vesta.