
Imagen de Atacama Large Millimeter / submillimeter Array (ALMA) del disco protoplanetario alrededor de HL Tauri. El disco protoplanetario de nuestro sistema solar temprano pudo haber tenido estructuras anulares similares. Crédito de la imagen: ALMA (ESO / NAOJ / NRAO).
Varios tipos de meteoritos en nuestra colecciónes muestran una dicotomía distinta en sus composiciones químicas e isotópicas, lo que sugiere que hubo una división entre las regiones internas (terrestres) y externas (planetas gigantes y más allá) del sistema solar temprano. Se ha propuesto que la formación temprana de Júpiter fue responsable de esta gran división. Esto se basó en la idea de que Júpiter es tan masivo que actuó como una barrera gravitacional, evitando que los materiales del sistema solar exterior caigan en espiral hacia el Sol. Sin embargo, un estudio reciente publicado en Nature Astronomy usó simulaciones numéricas para sugerir que, si bien Júpiter es masivo, probablemente no lo fue suficientemente temprano como para bloquear completamente el flujo de material que se mueve hacia el sol. Una alterna explicación propuesta para esta dicotomía es que el sistema solar temprano fue dividido en al menos dos regiones por una estructura en forma de anillo que formó un disco alrededor del joven Sol, creando una región de presión máxima cerca de la ubicación de Júpiter. Esta presión máxima bloqueó el transporte de material hacia el sistema solar interno y mantuvo la división compositiva entre las dos regiones. Este escenario sugiere que el disco protoplanetario de nuestro joven sistema solar desarrolló al menos uno y probablemente múltiples anillos, lo que potencialmente puso en movimiento la formación de planetas gigantes. LEE MAS