Las ruedas rediseñadas ayudan a los astromóviles moverse sobre terrenos granulares

Crédito de la imagen: Christopher Moore, Georgia Tech.

Crédito de la imagen: Christopher Moore, Georgia Tech.

El uso de astromóviles autónomos, o rovers, para llevar a cabo tareas peligrosas o exploratorias está bien documentado, especialmente en el campo de la exploración espacial. Por ejemplo, la NASA ha enviado con éxito cuatro vehículos para explorar la superficie de Marte. El rover Spirit aterrizó en Marte en 2004 y, después de cinco años de servicio, quedó atrapado en arena. A pesar de numerosos intentos, Spirit no pudo ser recuperado, y la misión terminó cuando comunicación no se pudo restablecer. Para solucionar este problema en los futuros rovers de la Luna y Marte, un grupo dirigido por Siddharth Shrivastava y Andras Karsai del Instituto de Tecnología de Georgia, en colaboración con el Johnson Space Center de la NASA y el Grupo de Ingeniería Jacobs, han estado modelando y experimentando con la geometría de las ruedas y locomoción de rovers. Los investigadores probaron diferentes configuraciones de ruedas en diferentes pendientes para determinar qué estrategias de locomoción funcionaron mejor y en qué situaciones. Descubrieron que en colinas con pendientes mayores de 15 grados compuestas de material granular poco consolidado, una técnica de agitación le permite al vehículo remar a través de material granular y “nadar” cuesta arriba, así evitando atascarse en el sustrato. La capacidad de modificar su locomoción según el terreno podría ayudar a evitar que los futuros rovers sufran el mismo destino que Spírit. LEE MAS