Una sección transversal tridimensional del sistema hidrotermal en el cráter de impacto Chicxulub y sus respiraderos del fondo marino. Crédito de la imagen: Victor O. Leshyk para el Instituto Lunar y Planetario.

El impacto del meteorito Chicxulub produjo una cuenca de múltiples anillos de 240 kilómetros de diámetro en la península de Yucatán hace aproximadamente 66 millones de años, evento que marcó el comienzo de la era del Cretácico. Este impacto fue catastrófico para la vida en la Tierra, pero los hallazgos recientes muestran que también modificó significativamente la corteza terrestre en un sentido geológico al crear un extenso sistema hidrotermal. Un equipo de investigación internacional financiado por el Programa Internacional Ocean Discovery y el Programa Internacional de Perforación Científica Continental perforaron el anillo central del cráter en 2016 y obtuvieron muestras a una profundidad de hasta 1.335 metros. Un estudio de estas muestras, publicado por David Kring del Instituto Lunar y Planetario y sus colegas, muestra evidencia mineralógica de una fuerte alteración hidrotermal. En particular, las rocas en el núcleo de perforación contienen granate, un mineral que se forma durante la alteración de fluidos calientes a temperaturas de hasta 400 grados centígrados. Los relojes magnéticos en estos minerales sugieren que este sistema hidrotermal estuvo activo durante aproximadamente 150.000 años después del impacto. El sistema hidrotérmico descubierto en el lugar del impacto de Chicxulub proporciona un análogo geológicamente joven a los antiguos impactos de formación de cuencas que dieron forma a la Tierra primitiva, y que, potencialmente, crearon ambientes habitables para la vida. Esta investigación destaca que los impactos extraterrestres jugaron un papel importante en la evolución de nuestro planeta, a veces cambiando significativamente la litosfera y la biosfera de la Tierra. LEE MAS