Puntas de arena: un misterio centenario resuelto y una nueva herramienta para identificar regiones propensas a grandes terremotos

Puntas de arena del Mioceno de Ochsenhausen (sur de Alemania) con varios individuos entrecrecidos, casi idénticos en apariencia a los encontrados en Mount Signal, California. Las puntas se exhiben en el Braith-Mali-Museum Biberach an der Riss. Crédito: Volker J. Sach.

Hace alrededor de un siglo se descubrieron puntas de arena, que son cuerpos de arenisca cementada con carbonato en forma de alfiler, a veces de más de un pie de largo, en Mount Signal, en el sur de California. Sin embargo, hasta hace poco, la formación de puntas de arena ha sido enigmática. Los científicos se han quedado perplejos por las llamativas cabezas bulbosas y las colas que sobresalen de estas puntas y comúnmente las han interpretado como concreciones que crecieron lentamente por debajo del nivel freático. Alternativamente, se ha sugerido que son hongos petrificados o madrigueras de animales.

En un artículo reciente, Elmar Buchner (Universidad de Ciencias Aplicadas de HNU Neu-Ulm) y sus colegas presentan un modelo de formación dinámico y novedoso para las puntas de arena. Los autores investigaron varias ocurrencias de puntas de arena y, basándose en las características estructurales y estratigráficas de estas ocurrencias, sugirieron que las puntas de arena son un tipo de sismita no reconocido,  una roca modificada por el paso de ondas sísmicas de alta energía. Señalaron que las colas de los picos de arena en Mount Signal apuntan constantemente en sentido contrario a la cercana falla de San Andrés, y los picos de arena en las arenas del Mioceno en la cuenca de Foreland North Alpine del sur de Alemania apuntan sistemáticamente hacia afuera del cráter de impacto de Nördlinger Ries, con un ancho de 15 millas ubicado a unas decenas de millas al norte. Este último está confinado al sismito de Ries, a lo largo de una capa de 15 metros de espesor de sedimentos intensamente deformados dominados por arena que se ubicaban cerca de la superficie paleo-terrestre en el momento del impacto de Ries, lo cual provocó un terremoto de magnitud 8.5 hace unos 14.81 millones de años.

Aunque los picos de arena son fenómenos geológicos poco comunes, podrían existir en otros lugares de la Tierra. Según Buchner y sus colegas, los picos de arena se producen preferiblemente en arenas parcialmente saturadas de agua durante fuertes terremotos de magnitud igual o mayor de 7. Los picos de arena son, por lo tanto, una nueva herramienta prometedora para identificar paleo-terremotos tectónicos o inducidos por impactos fuertes al evaluar el potencial de peligro natural de regiones sísmicamente activas. LEE MAS