Fósiles filamentosos proporcionan evidencia de un ecosistema terrestre primitivo

Las vetas hidrotermales proporcionan un hábitat similar a los respiraderos hidrotermales como el respiradero hidrotermal de Champagne en el volcán Eifuku que se muestra aquí, especialmente cerca de la interfaz entre el fondo marino y el agua de mar. Crédito: NOAA.

Poco se sabe sobre la diversidad y complejidad de los organismos, o los hábitats en los que existieron en la Tierra primitiva. Entendimiento de estos organismos puede proporcionar pistas sobre el origen de la vida en la Tierra y la posibilidad de encontrar vida en otros mundos. Los fósiles de vida unicelular son clave para estudiar estos organismos. Afortunadamente, el cinturón Barberton Greenstone, ubicado en las montañas Makhonjwa en la frontera de Eswatini y Sudáfrica, contiene rocas formadas hace más de 3.4 billones de años y ofrece fósiles bien conservados de varios organismos.

Barbara Cavalazzi, de la Università di Bologna y la Universidad de Johannesburgo, y sus colegas analizaron fósiles filamentosos incrustados en pedernal en las rocas de Barberton. Chert es una forma amorfa de dióxido de silicio que rellena las fisuras que alguna vez estuvieron ubicadas justo debajo del suelo de un océano, creando vetas hidrotermales. Las vetas hidrotermales se forman a partir de soluciones a base de agua que llenan fisuras preexistentes en ambientes cálidos, generalmente cerca de actividad volcánica. Los filamentos, que tienen aproximadamente medio micrómetro de espesor (35 veces más delgado que un cabello humano típico) y 100 micrómetros de largo, se encontraron en una capa de biopelícula de menos de un milímetro de espesor en la pared de las venas hidrotermales. El mapeo de la composición química de los filamentos se realizó mediante espectrometría de masas de iones secundarios de tiempo de vuelo (ToF-SIMS), espectroscopia Raman, y espectroscopia de rayos X. Los elementos carbono, hidrógeno, nitrógeno y azufre, todos los cuales son componentes clave de toda la vida conocida, se encontraron dentro de los filamentos. También se encontró níquel en compuestos orgánicos dentro de los filamentos. Se ha encontrado níquel en fósiles de edad similar, y los microbios filamentosos modernos que producen y consumen metano contienen níquel en cantidades similares a las observadas en los filamentos fosilizados. Los fósiles analizados sugieren fuertemente la presencia de un ecosistema basado en metano en la Tierra primitiva y apuntan a la posibilidad de que existan ecosistemas similares en otros mundos. LEE MÁS