El viento solar puede proporcionar una respuesta al origen del agua en la Tierra

Impresión artística de asteroides y polvo espacial cayendo sobre la Tierra al principio de su formación, transportando parte del agua que formó los océanos de la Tierra. Crédito: Universidad de Glasgow.

El origen del agua en la Tierra es un tema de gran interés y debate en la ciencia planetaria. Un modelo de referencia de la formación de la Tierra asume que el agua y otras especies volátiles en la Tierra se originaron a partir de pequeños asteroides carbonosos ricos en hielo que se formaron en la región de Júpiter-Saturno de nuestro sistema solar. Según este modelo, después de que Júpiter y Saturno se formaran, migraron hacia el Sol, dispersando los pequeños asteroides carbonosos hacia la Tierra. Un problema con la hipótesis de que los asteroides carbonosos fueron la principal fuente de agua enviada a la Tierra es que el agua de la Tierra tiene una proporción de deuterio a hidrógeno (D/H) más baja que los asteroides carbonosos. Esto sugiere que el agua de la Tierra puede que no derive principalmente, o en su totalidad, de asteroides carbonosos, y se necesitan fuentes de luz isotópicas adicionales.

Un equipo dirigido por Luke Daly de la Universidad de Glasgow sugiere que el viento solar podría proporcionar una respuesta al origen del agua en la Tierra. El equipo de investigación examinó la muestra del asteroide Itokawa que fue recolectada por la nave espacial japonesa Hayabusa en 2010. Realizaron una tomografía con sonda atómica y observaron directamente una cantidad significativa de agua en la superficie irradiada por el viento solar de un grano de olivino. La composición del viento solar es de aproximadamente 96% H, y los experimentos de laboratorio confirmaron que la irradiación del viento solar de materiales rocosos da como resultado una reacción entre los iones de H y los minerales de silicato para producir OH y agua. Tal agua derivada del viento solar tiene composiciones isotópicamente ligeras (relación D/H baja) que podrían equilibrar la composición isotópica del agua de la Tierra. Por lo tanto, varios tipos de partículas de polvo irradiadas por el viento solar enviadas a la Tierra podrían representar el depósito faltante que contribuyó al agua de la Tierra. LEE MÁS