
La formación de cráteres de impacto implica el desplazamiento de material cuando una superficie es impactada por un objeto externo a alta velocidad. Los cráteres de impacto ocurren con frecuencia en los cuerpos del sistema solar sin aire, y contar los cráteres puede ayudar a determinar la edad de la superficie de un planeta. Por ejemplo, las superficies planetarias más antiguas como la Luna tienden a tener más cráteres de impacto conservados, en comparación con la superficie de Venus, que ha sido resurgida más recientemente por el vulcanismo y la tectónica.
El “blindaje” de una superficie ocurre cuando el objeto que impacta es de tamaño similar a las partículas del cuerpo superficial, lo que evita que se formen cráteres en el extremo bajo de la distribución de frecuencia de tamaño. El blindaje ocurre en lo que se conoce como asteroides de pila de escombros, que consisten en fragmentos de material rocoso que se mantienen unidos solo por la gravedad. El estudio de la relación entre el tamaño del cráter y las propiedades del objeto que impacta proporciona información crucial sobre los métodos para determinar las edades de las superficies planetarias a partir del conteo de cráteres.
Edward Bierhaus (Lockheed Martin) y sus colegas analizaron imágenes tomadas de 101955 Bennu, un asteroide lleno de escombros visitado por la misión Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security, Regolith Explorer (OSIRIS-REx). Aunque la superficie de 101955 Bennu contiene muchos cráteres, se descubrió que el número era menor de lo esperado en función de la frecuencia y la intensidad de los impactos de formación de cráteres en otras partes del sistema solar. El equipo midió los diámetros de 1.560 cráteres en la superficie de 101955 Bennu y descubrió que el efecto de blindaje contra impactos es responsable de proteger la superficie del desarrollo significativo de cráteres. En base a los conteos de cráteres determinados en este estudio, es probable que 101955 Bennu esté experimentando una renovación continua de la superficie debido a la ruptura de rocas por impactos, y que tenga una de las edades superficiales derivadas de cráteres más jóvenes de nuestro sistema solar. Utilizando esta información en modelos de edad para comprender la dinámica de los cráteres de impacto y su blindaje, estos hallazgos tienen implicaciones para la protección planetaria, por ejemplo sobre cómo evitar que los asteroides impactan contra la Tierra. LEE MÁS