Las características de la superficie de los asteroides son invaluables para entender su historia geológica y las propiedades de sus materiales. La misión Origins Spectral Interpretation Resource Identification Security-Regolith Explorer (OSIRIS-REx) al asteroide 101955 Bennu reveló que estaba cubierto de rocas y cráteres de impacto. Bennu es un asteroide de pila de escombros, lo que significa que está compuesto de sedimentos ligados gravitacionalmente y rocas fracturadas conocidas como regolito.
Mark Perry (Universidad Johns Hopkins) y sus colegas estudiaron la distribución de la eyección de impacto alrededor del cráter Bralgah de Bennu para comprender mejor las propiedades del regolito del asteroide. La eyección de una partícula después de un impacto depende tanto de la cohesión (la fuerza de atracción entre partículas adyacentes) como de la resistencia (la fuerza necesaria para romper una roca) del material. Debido a que se necesitan fuerzas más altas para fracturar rocas más fuertes y cohesivas, aumentar la cohesión o la resistencia de la superficie incrementaría la velocidad y la distancia recorrida por una partícula expulsada. Sin embargo, la velocidad de escape de Bennu es de solo 20 cm s-1, lo que indica que tanto la cohesión como la resistencia de la superficie deben ser relativamente bajas o la mayoría de los impactos expulsados se perderían en el espacio.
El análisis de la eyección del cráter Bralgah indica que la resistencia de la superficie de Bennu es de 0.1 a 2 pascales (Pa), varios órdenes de magnitud inferior a la de las rocas coherentes. Una fuerza superficial tan baja sugiere que los procesos de resurgimiento, como los deslizamientos de tierra, ocurren con mayor frecuencia en los asteroides formados por montones de escombros que en los formados por rocas intactas. Esto es crítico porque si los mecanismos de repavimentación fuesen más comunes, los cráteres se borrarían de la superficie, posiblemente sesgando las determinaciones de edad basadas en el conteo de cráteres. Finalmente, la baja fuerza de la superficie de los asteroides de pila de escombros conduce a la formación de cráteres más grandes en comparación con eventos de impacto de tamaño similar en asteroides intactos. Este efecto, junto con tasas más altas de reaparición de la superficie, requiere la revisión de las relaciones de escala de cráteres utilizadas para los asteroides. Estas nuevas revelaciones indican que Bennu y otros asteroides de montones de escombros probablemente hayan resurgido varias veces a lo largo de sus historias. LEE MÁS