1998
© David A. Kring
World Wide Web Edition
Antonio Parra llevó a cabo la traducción, y Humberto Campins (LPL) la revisó.
El cuestionario que ofrecemos a continuación presenta las características que suelen caracterizar a los meteoritos. Le ayudará a decidir si vale la pena recoger una piedra de aspecto poco corriente para hacerla examinar.
Si ha respondido "Sí" a todas las preguntas, es posible que se trate de un meteorito metálico y valdría la pena hacerlo examinar.
Si tiene una muestra que valga la pena examinar, debería llevarla a la universidad o al museo geológico más cercano.
No se desanime si en la Universidad o en el Museo le dicen que no se trata de un meteorito. Hay muchos tipos de rocas, especialmente las volcánicas, que se parecen bastante a los meteoritos. En algunos casos sólo las podría distinguir un experto tras un cuidadoso análisis. Algunos tipos de rocas terrestres se suelen confundir con meteoritos:
(1) las rocas de los desiertos pueden desarrollar por acción bacteriana una pátina parecida a una corteza de fusión.
(2) la magnetita de origen volcánico y otros óxidos de hierro son densos y pueden tener la superficie de color pardo.
(3) los pedazos de escoria metálica procedentes de una fundición o de una mina pueden tener formas raras parecidas a las de los meteoritos metálicos.
(4) las rocas erosionadas por el viento y la arena, o "ventifactos", pueden presentar una superficie semejante a la de meteoritos con superficies orientadas de ablación o a cortezas de fusión.
(5) Las lágrimas de apache parecen tectitas, aunque en realidad son resíduos esféricos vítreos procedentes por meteorización de una colada volcánica.
Dado lo difícil que resulta distinguir algunos materiales terrestres de los meteoritos y otros objetos relacionados, le recomendamos que se ponga en contacto con el Museo o la Universidad siempre que encuentre una muestra con las características descritas anteriormente.